Caravista supone la mínima expresión del elemento constructivo hecho luz. Su nombre hace alusión a la tipología de ladrillos cerámicos que se utilizan para crear una fachada sin revestir.

Compuesta por dos piezas cerámicas unidas por una llaga de mortero, la luz se origina en el interior y se filtra a través de los agujeros del ladrillo. La simplicidad del concepto permite una gran variedad en las piezas, dando lugar a diferentes formas, tamaños y colores para definir una gama de lámparas versátiles y atractivas.

Caravista ilumina extensamente cualquier espacio mediante su luz cálida directa, que permite diferentes orientaciones e intensidades en función de su posición y tamaño. Diseñada para iluminar uno o múltiples espacios, ofrece la posibilidad de configurarse en forma de aplique, lámpara de mesa o en batería, creando atmósferas que invitan a la relajación y contemplación.